27 de agosto de 2010

EL DIA DESPUÉS




“Cuando dejas el fútbol empezás a morirte un poco” dijo alguna vez el técnico argentino Jose Yudica. "Retiro" es la palabra más temida de un deportista profesional y un sentimiento de muerte en vida. Y dentro de la idea del retiro, el infierno llega "el día después”, momento tal vez más difícil para cualquier deportista que hizo del deporte su sustento y forma de vida.
Crisis, duelo y transición son los estados de ánimo más comunes... eso entre quienes asumen ese final. Otros dan el paso al costado a tiempo. Otros se van y no pueden irse. Y regresan. El denominador comun para todos es el sentimiento de vacío y en muchos casos de depresión.
No suele ser fácil tomar la terrible decisión. Aún frente al espejo viendo las propias arrugas, el cuerpo que ya no da, las ganas que ya no son las de antes y que el placer de la actividad pasa a ser un gran esfuerzo. Y entonces llega el momento cumbre de esta situación que parece una montaña rusa que no acaba de acabar: ¿Y ahora que hago?. 
El retiro es una crisis definitiva donde además de perder la cotidianidad, la actividad diaria, el estilo de vida (amén de la gloria en muchos casos, la adrenalina del día del partido/pelea/carrera) también se deja atrás una identidad: la de deportista profesionalJean M.Williams -psicólogo del deporte- nos dice: “El grado en que los deportistas generan una identificación con el rol deportivo, determina la intensidad de la crisis de identidad que tendrá que encarar cuando llegue el momento de la retirada”. 

Segundo tiempo

Varios grandes deportistas nos demuestran que el retiro no es para siempre... y casi siempre volver ha sido una mala idea: fueron regresos sin gloria. El ultimo come back de resonancia fue el del alemán Michael Schumacher quien volvio a las pistas tras 3 años sin vestir el traje anti-flamas.

Los resultados tras su vuelta demostraron que Schumi no fue capaz de dominar la Fórmula I como lo hizo en años anteriores. Si bien su legado no está en riesgo (repasemos: 7 campeonatos mundiales, 91 victorias de por vida, 154 podios, 68 pole positions y 76 vueltas más rápidas), convengamos que su imagen sufrió cierta corrosión y desgaste con los escasos resultados tras el regreso. Otro: Michael Jordan ícono en la NBA, quien se fue y volvió dos veces. Entre una y otra despedida del basquetbol Air-Mike probó suerte en el baseball aunque sin resultados. Su última temporada en el baloncesto fue una discreta actuación (2002-20003) con los Wizards de Washington. De todas maneras Jordan será por siempre leyenda. Siguienteeeee: el ciclista Lance Armstrong, otro ejemplo de que los retornos no siempre son una buena idea. Tras sus siete Tour de Francia (del 99 al 2005) se retiró con todos los honores. Y cuatro años después no soportó más la ausencia de su propia identidad y volvió al Tour de France en el 2009 a sus 37 años. Corrió otra vez el Tour donde se consagró al maravilloso ciclista español, madrileño, del pueblo de Pinto: Alberto Contador. No solo no hubo laureles para él, sino que además fue masacrado con denuncias de doping. 
La dura condena de haberlo conquistado todo. En fútbol Pelé y Maradona son indiscutiblemente los mejores de la historia. Ambos sufrieron la tortura de haber dejado de ser quienes eran cuando eran Reyes. O Rey un par de años después de conquistar el Mundial de México 1970, se quedó sin nada más que ganar y anunció su retiro de la selección y en 1974 de su equipo, el Santos. Un tiempo después -se dice que debido a problemas económicos, otro clásico de los deportistas consagrados cuando se bajan del podio... otro día hablaremos de eso- tuvo que reconsiderar su retiro y jugó en el Cosmos de Nueva York por tres temporadas, en las que marcó 64 goles aunque el haber emigrado a EEUU lo alejaron de la fiesta grande para meterlo en el ostracismo.
Maradona, por su parte, tras el escándalo del doping positivo en EEUU 1994, regresó en el `95 con Boca Juniors para jugar sus últimos partidos como profesional. Se despidio ante River, el 30 de octubre de 1997 (día de su cumpleaños numero 37). En ese partido fue sustituido por Juan Roman Riquelme. Diego, ya no levantaría más copas. 
El nadador Mark Spitz y el tenista Bjon Borg también estelarizaron retornos, pero ninguno tuvo suerte. Spitz (7 medallas de oro en Montreal ’76) no logró calificar a los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 y Borg no consiguió ganar un solo partido.

Excepciones que confirman la regla 
En tenis, el caso de la belga Kim Clisters parece el feliz-aunque-mal guión de una serie de de televisión. Regresó del retiro después de casarse y tener una hija para conquistar el US Open del 2009, al derrotar en la final a Caroline Wozniacki, mientras que en semifinales se deshizo de Serena Williams. En este 2010, participará en los cuatro Grand Slam del año.
En el boxeo el caso más extraordinario es el de George Foreman. Cuando en 1977 tenía 28 años se retiró. En 1991 decidió volver para recuperar su corona de pesos pesados, nada menos. Cayó por puntos ante Evander Holyfield y ante Tommy Morrison. Y siguió haciendo guantes hasta que en 1994, a sus 45 años mandó a la lona a Michael Moorer y se proclamó campeón, corona que mantuvo hasta 1999. Magic Johnson, también regresó en 1995, a sus 36 años, para jugar una última temporada con los Lakers en la NBA tras su anuncio de que era portador del VIH. Al final, llevó al equipo de Los Ángeles a postemporada al promediar 14.6 puntos y 6.9 asistencias.

En futbol, es muy tipica la frase: "lo único que supe en mi vida es patear una pelota" y el latiguillo se agudiza en una realidad socio-económica de crisis. Sólo un pequeño porcentaje de futbolistas que se retiran, sigue ligado íntimamente a este deporte, apasionante, bello, inigualable, ya como entrenadores, periodistas deportivos, empresarios de jugadores. Valdano en el Real Madrid es un ejemplo redondo. Los que quedan fuera de "este grupo de elite" tienen enormes dificultades para reinsertarse en la sociedad. La mayoria se confrontan a un vacío que muchas veces impulsa en la mente de muchos de ellos, la idea del suicidio encubierto. 

Así se sintienron el día después:

Amadeo Carrizo: "Lloré mucho. Tuve una tristeza y una amargura imborrables, pero no pensé en tomar otra decisión ni me lo tomé tan a la tremenda.”.

Roberto Perfumo: "Lo peor del fútbol es tener que dejarlo. No lo pensamos ni nos preocupa mientras jugamos. Vemos el ocaso lejano que le puede suceder a los demás y de repente, a los 35 o a los 36 años como en mi caso, me encontre con una jubilación que no quería". (De su libro Jugar al Futbol).

Norberto Alonso: "Corrió tanto frío por mi cuerpo que parecía que estaba muerto"

Enzo Francescoli: "Me pica el bichito de jugar un partido si voy a la cancha... Pero, nunca pensé volver a jugar. Quizá me ocurre esto porque siempre estuve seguro de lo que hacía cuando decidí retirarme".

Carlos Compagnucci: "Mi salida de Vélez no fue justa por lo que había hecho después de mi lesión. Después de 13 años en el club no tengo ganas de probar suerte en otro lado”.


Carlos MacAllister: "Retirarse es nacer de nuevo. El futbolista vive programado. Durante mucho tiempo le dijeron a qué hora debía levantarse, a que hora entrenarse, a qué hora ir de cuerpo, a qué hora tener sexo, a qué hora lavarse los dientes; por eso retirarse es un volver a nacer".

Héctor Enrique: "Sufrí mucho, pero nunca pensé en matarme. Vivía en un piso 12 y pensaba en mis hijos porque si me tiraba me hacía pelota. Los domingos, eran durísimos. Aparecía la musiquita de "Fútbol de Primera" -programa deportivo mítico de la televisión argentina- y me parecía muy triste." (La Nación, 9/3/2000)

Miguel Angel Brindisi: "El día después es durísimo, porque uno piensa que está preparado para enfrentar la vida y de repente se topa con otra realidad. Yo había escuchado mucho en el ambiente lo de `¿Sabés? A mi también se me pasó por la cabeza suicidarme´. (El Gráfico, 21/8/98).

Jorge Luis Burruchaga: "Periodista: ¿Cómo te trata el día después del retiro? "No lo sufro. Hasta ahora no fue traumático. Fue una decisión muy madurada. Pero es cierto aquello de que más alto uno llega, más expuesto está... yo resolví el tema haciendo el curso de D.T.". (El Gráfico, 7/10/98)

Marco Van Basten: "Hoy es un día muy triste para mí, pero la vida sigue"… (El País, 18 de agosto de 1995).



 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buena Nota. Me parece interesant el uso de la palabra "retiro" para el furtbolista: repliegue,despedida, duelo.

Al mismo tiempo, tal vez el problema sea tanto del futbolista como de cualquiera que defina su identidad por sus profesión, por lo que hace, por lo que produce.


Carlos Martines-Pasco

Anónimo dijo...

Me pregunto si el dia despues de los futbolistas de ahora se habra potenciado por el exceso mediatico. No solo dejar el futbol sino dejar las luces-periodicos del futbol.

Saludos
Rodrigo Tovar