Futbol si. Guerra no

El domingo pasado se jugó entre los encuentros de clasificación a la Eurocopa, Inglaterra ante Gales o mejor dicho: Gales recibio en el Millenium Stadium a los ingleses en el clásico número 100 entre ambos, el tercero que mas veces se jugo en el planeta futbol. Es un partido de mucha rivalidad, como se diria en Argentina de alto riesgo que sobrepasa los límites del fútbol; ¿Por qué? pues porque claro está que entre los dos hay cuestiones historicas, politicas y sociales que datan de siglos atrás y que tienen que ver con el dominio inglés como ocurrio desde siempre en la Gran Bretaña.

Siempre es triste y desesperanzador oir los abucheos a un Himno por parte de la hinchada contraria. Pasa mucho entre nuestros países, aunque no es tan común que esto ocurra -como pasó este domingo- entre estas dos naciones británicas. Este hecho, que no se respete la cancion nacional, marca el odio, la intolerancia y el no respeto por el contrincante. Luego, durante el partido, los ingleses "silenciaron" el Estadio de Cardiff con dos mazazos en 15 minutos: con un penal de Frank Lampard y un golazo de Darren Bent que en esa franja definieron el partido y por su puesto se llevaron los 3 puntos.

Así se apagó el fervor gales, se esfumaron los cánticos y fueron, deportivamente, superiores. Pudieron haber goleado pero ganaron jugando a media máquina. Y los 5, 6 mil ingleses entre los casi 75 mil galeses se fueron borrachos de alegría por el triunfo y en varios pasajes del encuentro entonaron su himno como queriendo marcar territorio. Pero allí quedó todo. En la cancha. Nada más. Y nada ocurrió cuando el árbitro portugués Benquerenza dio el pitazo final. Alli se acabo todo. Y la desconcetrnacion fue sin incidentes. Ahí si fue un clasico de rivalidad pero del primer mundo fubolísitco donde todo termina cuando concluye el partido y todo lo anterior es parte del folclore…Esto, dicho el fin de semana siguiente a la cancelación de un partido de la Liga Argentina por la muerte de un aficionado (San Lorenzo de Almagro-Velez), hace que veamos el futbol inglés como un ejemplo (a pesar del abucheo). A todos nos falta mucho por recorrer y los sociólogos sabrán explicar porque dentro de la "horda" futbolera (la situación de hinchada) nos volvemos la tribu ancestral que fuimos como humanos y hacemos del encuentro una guerra. Mientras tanto, tolerancia cero a la violencia en el fútbol.